Tras demasiado tiempo rodeados de putas y barcos,
disfrutando de la pasta recaudada gracias a los anuncios Google que habíamos
puesto por aquí volvemos a azotar nuestro látigo contra la sociedad,
necesitados de liquidez para pagar las ginebras de botella azul y los rones con
nombre de revolucionario. Y como no, regresamos a lo grande, las pilas cargadas
y toda la artillería disponible, para hablar de quien nos mostró el arte de
vestir bien a base de camisas sin mangas, el que obligo a encerrar a nuestras
hermanas en casa, nuestro personaje de fábula preferido, el virtuoso, el can.
Bueno, al lio.
Me encontraba ocupadísimo haciendo nada, cuando un viejo
colaborador, siempre polémico aunque fiel a la causa antiperruna, inundó el tuister ese con unas noticias
frescas frescas…
Un jovenzuelo, supuestamente el chucho que nos ocupa,
perseguido por los de la toga…
A un lado la fiscalía, pidiendo 3 años de perrera y 11.000 leuros
(1500 botellas de negrita así a precio de Opencor) de indemnización a la
cachorrilla para curar el trauma y tal y al otro lado la acusación particular,
que from my personal point of view pretende revolucionar un mercado tan poco
volátil como el de la calle Francisco de Paula y pide 90.000 pavis por los
servicios prestados, además de 11 añazos
sin libertad pal can.
Tras preguntar a varios vecinos del susodicho, estos nos han
aclarado que era un tipo normal, no se oían fuertes ladridos procedentes de su
caseta, siempre saludaba en el ascensor y cedía los mejores escondites de
huesos a sus mayores… En definitiva: no se explican cómo ha podido hacer una
cosa así…, la verdad que nosotros tampoco…
Ciertamente nos parece demasiado pedir 90.000 euros por
parte de la acusación particular. La realidad es que el virtuoso se confundió
de tecla cuando le dio por pasar el vídeo a medio mundo, incluso colgándolo en
el yutub, pero dos no discuten si uno no quiere, y la verdad que según me
contaron (Yo no vi el vídeo jeje) la mujer no parecía muy forzada precisamente,
y desde aquí nos preguntamos si, llegado el caso y el can acaba abonando toda
esa pasta, ¿Para qué será destinado el dinero? Esperemos que no sea para
aprender idiomas, que el francés y el griego están en franca decadencia.
Obviamente debe pagar por sus correrías, pero es un caso difícil, ¿Hasta qué
punto se implicó y consintió la joven fémina? ¿Realmente quedo traumatizada?
Temas delicados, y mucha tela que cortar… Pero lucrarse a base de un hecho tan
repugnante es casi tan lamentable como el delito en sí mismo.
No es que defendamos al Perro, si hubiera hecho eso con una
de nuestras hermanas no dudaríamos en partirle la cara en dos tantas veces como
sea necesario, a la vez que a ella la mantendríamos encerrada de por vida en un
zulo tipo Peldañu (Sin gente, y sobre todo sin el dueño). Pero no quisiera
tener dinero procedente de algo así de sucio.(Me refiero a la indemnización, no al Peldañu
eh listos…).