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-Tengo que dejar de atropellar gente. No soy lo suficientemente famoso como para librarme.

Bender Doblador Rodriguez

sábado, 20 de agosto de 2011

Los desvarios de la Croqueta Roja

Soy la Croqueta Roja, el rebozado de la Ratatopo, el puño en alto del sistema.
La pasada noche se merece, como no, un desvario. Tras conseguir una plaza de honor en el primer viaje de la noche en la Bala Dorada (perdon, no es dorado, es "oro azteca"...), nos disponiamos a entrar en ese paraiso de la grasa y las calorias que abrio sus puertas en los bajos de nuestro querido Molinon. Digo abrio sus puertas por decir algo, porque nos mantuvimos a la espera para entrar aproximadamente 25 minutos, un tiempo precioso que podriamos haber utilizado para, por ejemplo, desvariar con un poco mas de sentido. Todo sea dicho, Willy el oscuro jugo un papel fundamental en nuestra falta de puntualidad ya que aun no acostumbrado a nuestro sistema numerico, casi se pierde buscando el portal del filologo.
Pero basta ya de hablar del Oscuro y su falta de coordinacion, hablemos de lo realmente importante, la comida. Para empezar, como buenos expertos en el arte que es comer, nos deleitamos con un plato por barba y dos para compartir, tras las miradas de asombro de la camarera, comenzamos a engullir. Aqui comienza la critica gastronomica: he de decir que la cantidad es mas que suficiente para dejar sastifecho a cualquiera, pero la calidad deja mucho que desear; una carne muy fina, mucha lechuga, un tomate que no se adaptaba a los gusto de nuestro querido Juli y un exceso de pan son las cosas a tener en cuenta para deleitarse con una hamburguesa de este tipo.
Tras nuestra salida a una velocidad inadecuada para las condiciones de la via (es decir, haciamos surcos en el suelo con la panzada), el Filologo/Teologo, con muchas ganas de tocar los cojones comenzo a girar bruscamente en la Bala Dorada, situacion que nos afecto, como no, al Irascible Redactor, al señor Oscuro y a un servidor, que nos vimos aplastados los unos por los otros y jodidos por el puto cinturon. Cuando creiamos que esta situacion no podia mejorar demasiado nos vimos en casa del filologo, donde sus progenitores nos ofrecieron un "digestivo" al comprobar el estado de su progenie.
Como ultima cosa a añadir pedire por favor que si alguien sabe de que coño era la jarra que me bebi en el Viñedo, me lo comunique, porque estaba jodidamente buena, o yo jodidamente mal y creo que era lo primero en ese momento.

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