La filósofa presente en el atopopello ha vuelto a hacer de las suyas con una nueva violación de derechos, poniendo en riesgo nuestra integridad física, pero esta vez verbalmente (y menos mal porque tengo yo la tibia como para que me anden atopopellando).
Nuestro querido Legolas, cazador de orcos, la puso a caldo, y el rencor que ésta llevaba dentro inundó la clase de dolor y sufrimiento con la nota enviada a El Gominas, sobre la cual nadie dijo nada. Sólo el Cazador de orcos arrojó sus flechas al ataque, las cuales impactaron brutalmente en la espalda de nuestra querida filósofa aunque se las arrancó como si nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario